¿Cómo nacieron las referencias sexuales?
El sexo es algo a lo que, gracias a las nuevas tecnologías, todos tenemos acceso… las nuevas tecnologías pueden obrar milagros, pero este en concreto, todavía no. Pero al menos, mientras, podemos consolarnos con algo con lo que se han consolado millones de humanos a lo largo de la historia cuando no han tenido su ración de sexo. Sí, me refiero a la sabiduría. ¿A qué me iba a referir?
Esta vez nos tendrá que bastar con descubrir de dónde vienen o qué significan aquellas expresiones sexuales que tanto usamos en tiempo de bonanza, e incluso de mala cosecha, cuando solemos hablar de sexo. Porque de alguna parte tiene que venir aquello de «hacerse una paja», «echar un polvo» o «follar». Alguien tuvo que forjar aquellos conceptos, ponerlos de moda en la clandestinidad para que, finalmente, formen parte de nuestro rico y concupiscente día a día.
ECHAR UN POLVO
Existen varias teorías al respecto:
1) Expertos en etimología como Pancracio Celdrán apuntan que todo viene de aquella costumbre burguesa, comprendida entre los siglos XVIII y XIX, de esnifar rapé. El aspirar este polvo de tabaco por la nariz podía provocar bochornosos estornudos por lo que, los siempre elegantes aristócratas, solían retirarse a otra estancia para «echarse unos polvos». Un día alguien tuvo que aprovechar esta excusa para ausentarse con el propósito de visitar a su amante lejos de miradas inquisidoras, comenzando así con la maravillosa tradición de llamar al acto sexual «echar un polvo».
2) Esta segunda opción está menos consolidada. Habla de un posible origen de la expresión a través de la fórmula latina «Memento homo, quia pulvis es, et in pulverem reverteris» (algo así como «polvo somos, del polvo venimos y en polvo nos convertiremos»). Bueno, alguien supuso que si el cura decía -y los curas de la época eran muy doctos- que «del polvo venimos», «echar un polvo» debía ser un sinónimo del acto sexual, porque de venir, todos «venimos» de ahí, del acto sexual.
HACERSE UNA PAJA
Con lo que utilizamos esta frase y que no sepamos de dónde viene… Pues también hay controversia.
1) Unos creen que el acto (piel del pene arriba, piel del pene abajo) recuerda al gesto agrícola de separar la semilla de lo que es el cereal que crece en el tallo.
2) Otros, que vendría de la voz árabo-romance «paa«, híbrida del verbo latino «pascere«, que viene a significar «apaciguar», «calmar», «satisfacer»…
IRRUMACIÓN
Felación viene de la palabra latina «fellatio» (acción de mamar, chupar…). Más o menos todo el mundo la conoce por la intensidad, reiteración y súplica con la que se lo ha pedido a su pareja. ¿Pero e irrumación? Bien, irrumación viene de «irrumatio» y es una variante de la felación. Solo que si en la primera es la pareja que mama quien mueve cabeza y cuerpo para estimular el pene de su pareja pasiva, en la irrumación el pasivo se convierte en el activo y es quien mueve la pelvis para estimular su miembro contra la boca de su pareja (esta vez pasiva).
SEXO INTERCRURAL
Viene del latín «inter» (entre) y «crura«, (piernas), aunque algunos también lo conocen como «sexo femoral» o «sexo interfemoral». Muchos adolescentes saben de esta práctica porque es ideal para conservar la virginidad a la par que se disfruta y se hace deporte. Es en una actividad sexual sin penetración en la que uno de los «contrincantes» introduce su miembro entre las piernas del otro, este las aprieta fuerte, y juntos consiguen placer a través de la fricción que intenta simular el coito con penetración. Se han llegado a provocar incendios en baños públicos y portales de tanto frotar.
KIKI
Aquí hay que dejar claro que el «kiki» siempre referirá a una relación sexual rápida y de una manera improvisada en cualquier respiro que nos de la vida. Es el equivalente con kas del «aquí te pillo, aquí te mato». Y es por su cariz de velocidad por lo que proviene del término inglés «quicky«, manera en la que los anglosajones se refieren a mantener relaciones sexuales de improvisto y rápidamente. «Quicky» es la forma informal de «quickie», literalmente «rapidito».
UN GRIEGO
¿Por qué referirse a esta nacionalidad y no a otra para el sexo anal? Algunos expertos señalan que a la altura del siglo XIX muchos pensaban que Grecia y sus griegos fueron los inventares del coito anal y en un acto de refinamiento, por no llamarlo por su nombre, referían a esta nacionalidad para mentarlo. Es curioso que en casa los griegos no lo llaman «un griego», lo llaman «un otomano».
UN FRANCÉS
No confundir con el «beso francés», el beso con lengua. «Un francés» es, ni más ni menos, que una felación, ¿y de dónde viene la expresión? Bien, dicen que en el siglo pasado, los burdeles de Francia tenían fama de ser los mejores en abordar el asunto de la felación. Por ello se conoce internacionalmente a la mamada como un «francés». Todo un honor patrio, como «el griego».
UNA CUBANA
Sí, el viejo y buen sexo intermamario. Se introduce el miembro entre las mamas de la pareja y se frota el pene emulando el coito. Lo más curioso de llamar a este tipo de sexo «hacer una cubana» es el hecho de que sólo lo llamamos así en España. En otros muchos lugares como Italia, Grecia o la mismísima Cuba lo llaman, sí, «hacer una española». En Alemania: «spanischer sex«, en Francia: «branlette espangole«. En Chile y México cambian: «hacer una rusa». Argentina: «hacer una turca». Lo importante es que no lo llames por el nombre de tu nacionalidad, supongo.
EL MISIONERO
La postura más consolidada de la historia de la sexualidad. 1º de fornicar: cara a cara, él arriba y ella abajo.
Todo el mundo cree que se llama así porque en época de colonización y evangelización de América (siglos XVI y XVII) los europeos promulgaban esta postura como la más casta para procrear. Sin embargo, todo es bastante más cercano. De la «postura del misionero» se habla por primera vez, con este nombre como tal, en el libro Sexual Behavior in the Human Male escrito en 1948 por Alfred Kinsey. Antes solía referirse a ella como la «postura angelical» o «de la serpiente».
PASAR POR LA PIEDRA
Hasta hace poco la expresión «pasar por la piedra» siempre ha tenido connotaciones de castigo. Si viajamos al mundo antiguo, en las batallas, era corriente que el capitán de los enemigos vencidos fuera humillado frente a las tropas vencedoras, y en muchas ocasiones, se utilizaba para ello, la sodomización. Las referencias señalan que las legiones romanas, incluso, disponían de una piedra acondicionada para que el centurión de turno pudiera sodomizar al capitán enemigo vencido. En ese acto veían todos la prueba del sometimiento total y de la victoria.
FOLLAR
Para terminar vayamos con una palabra que nunca pensamos que tuviera inicio. Siempre estuvo ahí, creemos, desde el principio de los tiempos, para dejar bien claro todo lo que alude al acto sexual.
«Follar» viene de «follis«, («fuelle para el fuego»). Joan Corominas explica en el Breve diccionario etimológico de la lengua española que esta palabra, follis, evolucionaría a partir del siglo XVIII, en «follar», verbo que significa «soplar con fuelle». Podemos imaginar que esta acción recuerda a los jadeos y a los movimientos sistemáticos del acto sexual, así que a principios del siglo XX se comenzaría a utilizar para apelar al sexo.
BONUS:
Toda la vida llevamos siguiendo series y películas estadounidenses y viendo como hacen referencia a las fases del flirteo y el contacto con analogías de béisbol. Más o menos podíamos hacernos una idea, pero, aun así, aquí dejamos un compendio detallado de sus definiciones para que a partir de ahora sepas, a ciencia cierta, dónde meten la mano tus protagonistas de series y películas (en edad sexual) preferidos.
Primera base: besar en la boca, normalmente con la boca abierta y metiendo lengua.
Segunda base: estimulación, entregada, entre el cuello y la cintura. Normalmente sin camisa o debajo de la camisa. También puede entrar la estimulación manual de los genitales.
Tercera base: la estimulación oral de los genitales.
Cuarta base (o Home Run): el acto sexual con penetración.